A un año de haber elegido mandatarios en el país, en el ámbito nacional y regional, se agita la bandera de la Revocatoria del mandato, por parte de los partidos políticos tradicionales, excluidos en las urnas por los electores, que decidieron respaldar otras opciones políticas aparentemente independientes, como en el caso de Medellín, o de sectores que se presentaron como alternativos a los históricamente tradicionales liberal y conservador y sus diferentes vertientes en que se han fraccionado, como el Centro Democrático entre otros.
El CD, liderado por el expresidente Uribe Vélez, al perder el
poder local en Bogotá, Medellín y Cúcuta sufre una vertiginosa pérdida del
poder en regiones en donde en otrora fungían de reyes, además de no tener las
mismas posibilidades para enfrentar las próximas elecciones, tanto de
presidente como de las grandes ciudades del país.
Detrás de la Revocatoria del mandato en el caso de Medellín,
lo que se pretende es recuperar lo perdido en las urnas por este sector, que
acompañado de la clase empresarial antioqueña han visto como se les esfuma el
poder, para lo cual están acudiendo a exacerbar en la población criterios y
argumentos mediáticos que en poco o nada le han sirven a la población. La
revocatoria no es del pueblo, ni le sirve al pueblo, es una revocatoria desde
los recalcitrantes sectores políticos de la ultraderecha, ligados y de rodillas
al gobierno del norte que encabeza Donal TRUMP.
Las medidas tomadas a la sombra de la emergencia económica y
sanitaria, decretadas por el presidente, no dan solución de fondo al sector
salud, al no disponer de los recursos para infraestructura médica, elementos de
bioseguridad que por su limitaciones ha cobrado la vida de médicos y personal
sanitario, a más de los cientos de ciudadanos que han perdido la vida al no
contar con los recursos en los centros de atención hospitalaria del país, las
insuficientes plantas de personal, a más de que dicho personal es mal
remunerado, incluso muchos de ellos han renunciado porque no se les paga su
salario, quedando demostrado que el problema de fondo es el sistema de salud
basado en la inoperante Ley 100 de 1993 mediante la cual le fue entregado al
sector privado, sumado a las pretendidas políticas de privatización de las
entidad estatales como Ecopetrol donde los trabajadores de la subdirectiva Oleoducto
al interior de la USO han demostrado que los derechos de los trabajadores se
conquistan con unidad, fuerza y organización y que después de más de seis meses
de paro, aun sin el respaldo total de la dirección nacional de la USO
demuestran que se puede derrotar las pretensiones de privatización.
ISA, bastión estratégico en materia energética del país, se
encuentra en la recta de las pretensiones de ser entregada al sector privado. Las
tarifas de servicios públicos en todo el país crecen de manera desaforada y los
miles de desconectados no tienen solución. La Fábrica de Licores “FLA” en
Medellín está en el ojo del huracán, en la senda de ser vendida o trasformada
al servicio de los privados. Resaltamos los incumplimientos al proceso de paz
que se establecieron y las consecuencias están a la vista: la desaparición de
jóvenes y el trato de guerra a las protestas sociales, a los estudiantes y
sectores populares no paran y no se ve solución. Esta no es la preocupación de
los impulsores de la revocatoria ya que los sectores democráticos planteamos DUQUE
FUERA, y nos disponemos a impulsar una campaña por un cambio de gobierno de
convergencia democrática.
Trabajamos por un gobierno local de convergencia democrática,
el cual consideramos es posible al lado de Quintero, que ponga el acento en dar
solución a las peticiones del clamor popular, en materia de salud, de
educación, que defienda y se proponga poner al centro la defensa y recuperación
de lo público como es el caso de UNE EPM telecomunicaciones, que se compenetre
con el pueblo abierto al diálogo social con su gente, que sin temor demuestre
que su independencia no está ligada a los caciques políticos de los partidos
tradicionales, que sea incluyente, ese es el
gobierno local que aspiramos y al cual nos comprometemos, gobierno de
convergencia democrático que enarbole y ponga en práctica medidas reales de
corte democráticas, que mire en dirección al pueblo, que no utilice medidas
antipopulares para la solución de los conflictos sociales, a ese gobierno que
creemos puede enarbolar DANIEL QUINTERO,
LE DIREMOS SE QUEDA.
Con él se queda las EPM y todas las medidas tomadas alrededor
de la defensa y reclamación de Hidroituango. Incluso, de irse Quintero, lo que
nos espera será la quiebra de EPM y, por supuesto, no se cobrarán al GEA los
9,9 billones que como responsables deberán pagar de no llegar a una conciliación,
que de fondo es la piedra en el Zapato del Centro Democrático, los Fajardo,
Ramos, Salazar, y su renunciante junta directiva, por supuesto pagaremos con el
alza de tarifas los usuarios.
Gobierne Daniel Quintero, pero concretemos con los sectores ciudadanos
democráticos, un gobierno de convergencia del pueblo y para el pueblo, con
independencia de los corruptos sectores políticos tradicionales, empresarios
proclives al desprestigiado Centro Democrático de Uribe, digámosle a DUQUE
FUERA, por su desgobierno, porque es a quien debemos revocar.
SINTRAEMSDES
Subdirectiva Medellín
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